Imagina que recibiste un pedido de refacciones costosas para uno de tus equipos más rentados: puede ser un repuesto hidráulico, una tarjeta electrónica o una batería industrial. Todo está listo para atender las siguientes Órdenes de Servicio… pero después de unos días de temperaturas de más de 40 °C, el empaque se deforma, el material pierde propiedades y, sin saberlo, acabas instalando una pieza dañada o comprometida.
¿El resultado? Un cliente molesto, un equipo fuera de servicio y una pérdida innecesaria; posiblemente un accidente y desperdicio económico también.
En México, cada año se registran más de 500 mil millones de pesos en pérdidas económicas por daños relacionados con el calor extremo, según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.
En el caso de las empresas que rentan equipo profesional, esto impacta directamente en su inventario de refacciones y en la eficiencia de su operación. Por eso, hoy queremos compartirte algunas recomendaciones prácticas para cuidar tus suministros en temporada de calor.
Identifica las refacciones más sensibles al calor
No todos los suministros reaccionan igual ante temperaturas extremas, ya que si hablamos de refacciones para impresoras pues si estamos hablando de tintas que se pueden secar o chips que se pueden dañar.
Pero en la renta de equipo y maquinaria algunas refacciones, como sellos, empaques, bandas, lubricantes y componentes electrónicos, pueden sufrir alteraciones en su composición, reduciendo su vida útil incluso sin haber sido utilizadas. Otras, como piezas metálicas sin protección antioxidante, pueden oxidarse si la temperatura va acompañada de humedad.

Al conocer cuáles de tus refacciones son más vulnerables, puedes priorizar su reubicación, aislamiento o inspección constante; ¿y por qué no, implementar un software para control de almacén. Recuerda que no solo se trata del valor monetario de la pieza, sino de lo que representa dentro de tu operación.
Evita almacenes sin ventilación o con exposición directa al sol
Es común que muchas empresas destinen bodegas improvisadas para almacenar refacciones, especialmente cuando no son productos de movimiento diario. El problema surge cuando esas áreas no cuentan con ventilación adecuada, ni protección térmica en techos o muros. El efecto invernadero puede disparar la temperatura interna y acelerar el deterioro del material.
Lo ideal es ubicar las refacciones en zonas con ventilación cruzada, materiales térmicos o incluso aislamiento reflectivo en caso de ubicaciones geográficas donde las olas de calor son frecuentes. No olvides que el ahorro en infraestructura puede salir caro cuando empiezan a fallar los componentes en campo.
Usa empaques adecuados y etiquetas resistentes
En temporada de calor, incluso las etiquetas pueden despegarse, volverse ilegibles o mancharse. Esto puede generar confusión en la identificación de refacciones, retrasos en entregas o errores costosos. Utiliza empaques térmicos, bolsas anticorrosivas y etiquetas de alta resistencia.
También es recomendable colocar sensores o indicadores de temperatura en zonas críticas del almacén, sobre todo si manejas refacciones electrónicas o compuestos químicos. Estos sensores pueden ayudarte a tomar decisiones preventivas antes de que el daño sea irreversible.

Mantén un inventario rotativo y evita acumulación innecesaria
Uno de los errores más comunes en temporada de calor es tener un exceso de refacciones almacenadas por largos periodos, es decir, no contar un control de inventarios. Si una pieza permanece mucho tiempo en el almacén sin movimiento, su estado se puede ver comprometido. Implementar un sistema FIFO (First In, First Out) y llevar un registro constante del inventario activo es clave para reducir riesgos.
Además, evita almacenar refacciones de forma directa en el suelo o apiladas sin organización. Usa estanterías con separación del piso, señalizaciones claras y clasificaciones por temperatura de tolerancia. Así reduces el riesgo de deterioro y haces más eficiente la búsqueda y selección del personal técnico.
¿Cómo OLIVER puede ayudarte a proteger tus refacciones?
Con OLIVER puedes llevar un control digital de todas tus refacciones: desde saber en qué almacén se encuentran, la fecha de ingreso y mucho más. Esto te permite gestionar adecuadamente todos tus suministros, y tomar decisiones para su reubicación o uso inmediato.
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